domingo, 7 de octubre de 2012


Cuidados del Recien Nacido: El cordon umbilical

 

ombligo 

 

Unade las cosas que más preocupan a los padres, especialmente a los primerizos, es cómo curar el cordón umbilical del recién nacido
 
Cuando nace el bebé se le corta el cordón umbilical que le unía a la placenta y se le coloca una pinza para evitar que sangre. El muñón del cordón umbilical se desprende del vientre del recién nacido entre la segunda y la tercera semana de vida y tarda entre 3 y 5 días más en cicatrizar la herida. No hay un plazo igual para todos los bebés, habitualmente el cordón de los nacidos por cesárea se cae más tarde. 
 
En algunos niños puede desprenderse al quinto día mientras que en otros al vigésimo día de vida. Ambas situaciones son absolutamente normales. Sin embargo, si pasa más de un mes y el cordón aún no se ha caído, debes consultarlo con el pediatra pues puede tratarse de una anomalìa en el ombligo de l recièn nacido.

Nos lo entregan con ese trozo de plástico sujetando un muñón de color gris amarillento que algunos padres guardarán como un tesoro una vez se haya caído. Pero hasta el momento en que se desprenda, veamos cuáles son los cuidados específicos que debe recibir el cordón umbilical
 

Cómo limpiarlo

Aunque existe la creencia de que no se puede bañar al bebé hasta que se le haya desprendido el cordón, esto no es cierto. Si bien se puede limpiar al bebé como en el lavado del gato, con esponja y sin necesidad de sumergirlo en una bañera, no hay problema con mojar el cordón siempre que luego se seque minuciosamente la zona del ombligo.
Es importante procurar mantenerlo siempre limpio y seco para favorecer la caída y prevenir infecciones, ya que el muñón puede convertirse en un foco de infección del cuerpo del bebé.

Cómo curarlo

Con respecto a si hay que utilizar algún producto y cuál o cuáles utilizar para curar el ombligo del bebé hay diversas opiniones. Hay pediatras que recomiendan solamente mantenerlo limpio y seco, que con ello es suficiente y algún día se caerá de todas formas, mientras que otros sugieren utilizar antisépticos dos veces al día

Cuidados

Debe dejarse que el cordón se caiga por sí solo, nunca tironearlo por más que esté sujeto de un hilo muy fino y creamos que está a punto de caer.
Una vez que el cordón se ha caído se debe seguir limpiando la zona hasta que esté completamente seco.
Al colocar el pañal procura que el cordón y la pinza queden cubiertas para evitar que pudiera engancharse con la ropa o al levantar al bebé.

Signos de alarma

Si bien es normal que se produzca un leve sangrado del cordòn umbilical del recièn nacido los primeros días y luego cuando se cae, debemos vigilarlo pues hay ciertos signos que pueden indicarnos que algo no va bien.
Un pequeño sangrado puede deberse al roce del pañal, pero no es normal, por ejemplo, un sangrado activo que empape la gasa. Una hemorragia, pus e hinchazón en la zona del ombligo son motivo de consulta con el pediatra

Igualmente si presenta una secreción o amarillenta y maloliente o enrojecimiento y sensibilidad de la piel alrededor el cordón pueden ser señales de una onfalitis o infecciòn umbilical..




Los cuidados propios del recien nacido es lo primordial en las primeras horas de vida de cada ser humano por eso debe realizarse con dedicaciòn y esmero.

sábado, 6 de octubre de 2012

ASFIXIA EDN RECIEN NACIDOS


asfixia del recién nacido es un fallo cerebral que impide que funcione normalmente. Esto ocurre a veces porque la placenta que suministra oxígeno al feto en el útero deja de mantener un aporte adecuado de oxígeno al cerebro durante los esfuerzos del parto. Esto sucede con frecuencia cuando el bebé es muy pequeño en relación con el tiempo de embarazo o cuando lo ha excedido considerablemente.
A veces el cerebro del bebé se daña durante el parto, en casos muy raros el funcionamiento queda también disminuido cuando la madre toma una medicina analgésica un poco antes del parto, mientras que en algunas ocasiones el cerebro está mal formado a causa de un fallo ocurrido durante el desarrollo del útero.

Los síntomas de la asfixia del recién nacido son que el bebé no es capaz de respirar o llorar cuando nace, en casos leves la piel es de un color azul y las extremidades son muy rígidas aunque puede producirse movimiento en ella. En los casos más graves el bebé tiene un color ceniza, está inmóvil y lacio.

La frecuencia de esta enfermedad es de un 10% de recién nacidos que necesitan ayuda para la respiración pero con los modernos procesos en obstetricia el número de los afectados ha descendido bastante. La mujer que fuma durante el embarazo tiene más probabilidades de dar a luz un bebé de tamaño menor y que por lo tanto padezca asfixia del recién nacido en el momento del parto.

El riesgo de lesión permanente en el cerebro (después de 4 o 5 minutos de falta de oxígeno) o incluso de muerte (a los 10 minutos de carencia) es baja pues todos los tocólogos y comadronas están preparados para resucitar un niño asfixiado en unos segundos después del parto.  La carencia de oxígeno en la placenta se detecta durante el parto en cuyo caso se puede prevenir la asfixia del recién
nacido o disminuirla al mínimo acabando el parto de forma urgente.

Si el niño nace asfixiado las secreciones del líquido del útero junto con el moco se aspiran rápidamente de la boca del bebé, la nariz y la garganta por medio de un tubo especial, en caso leves de asfixia del recién nacido se hace boquear al bebé inhalando oxígeno lo que hace que el cerebro inicie la respiración. Si esta técnica no tiene éxito puede colocarse una máscara especial de oxígeno sobre la cara del bebé bombeando oxígeno a presión en el tracto respiratorio o puede hacerse cosquillas en el interior de la nariz con un tubo a través del cual fluye oxígeno.
En los casos graves de asfixia del recién nacido se introduce oxígeno en los pulmones por medio de un tubo que se inserta en la tráquea y se inicia la respiración artificial, la respiración espontánea generalmente se emprende en el término de unos pocos minutos. En ocasiones cuando el cerebro se ha dañado durante el parto o no está correctamente desarrollado la respiración artificial puede tener que continuarse varias semanas.

Alteraciones circulatorias durante la asfixia.
 
Como se ve en el gráfico, en el transcurso de la asfixia total se registra una constante caída de la presión sanguínea, luego de un ascenso inicial. Al mismo tiempo la piel adquiere sucesivamente los colores azul, manchado y blanco cuando el neonato responde a la insuficiencia circulatoria con vasoconstricción periférica generalizada. Un reciente estudio acerca de los efectos de la hipoxia sobre el mono Rhesus in utero, indica que al mismo tiempo que disminuye el volumen minuto cardíaco, el flujo cardíaco disponible se redistribuye en un intento por aportar sangre oxigenada a los órganos vitales (encéfalo, corazón y glándulas suprarrenales) a expensas de los riñones, bazo, pulmones y todos los demás tejidos. En este estudio se indujo una asfixia leve a moderada, controlada por la captación de oxígeno y las determinaciones del equilibrio ácido-base, mediante reducción gradual de la tensión del oxígeno arterial materno. El flujo sanguíneo umbilical se redujo en un 50 % y lo mismo sucedió con el consumo fetal de oxígeno. La sangre oxigenada que retornaba al corazón desde el conducto venoso, aportó un volumen proporcionalmente mayor de sangre al encéfalo y al corazón en los fetos testigos e hipóxicos, que la proveniente de las venas cavas superior e inferior. Además durante la hipoxia aumentó el corto circuito desde la vena cava superior (VCS) hacia el corazón izquierdo a través del agujero oval, manteniéndose así transitoriamente constante el volumen absoluto de sangre que prefundía al encéfalo y al corazón por gramo de tejido, frente a un declinante volumen minuto cardíaco.



Recién nacido con asfixia moderada:
Con Apgar de 3 a 4 puntos al primer minuto de vida. Si la frecuencia cardiacas menor de 100 por minuto, a pesar de la estimulación  y la administración de oxígeno por mascara, previa aspiración de orofaringe y la nariz, es necesario comenzar a administrarlo a presión positiva a través de mascara con ambú o sistemas de bolsas de ventilación (Mapleson, Hope, Penlon, Laerdal, etc.). Con la bolsa ambú el Fi02 máximo obtenido  es del 40%, cuando se conecta a una fuente de oxígeno de pared que proporcione 100%; por el contrario con los sistemas de bolsas de ventilación se le puede administrar al niño  hasta 100% de Fi02. La presión aplicada debe oscilar entre 20 a 30 cms de H20 teniendo en cuenta la correcta aplicación de la máscara, por lo que debe tener  un tamaño apropiado. Tener en cuenta que:
Presión aplicada a la bolsa (0.25 a 0.50 de segundo):
·       entre dedo índice y pulgar: 20 cms de agua.
·       entre dedos índice, medio y pulgar: 25 cms de agua.
·       los anteriores mas del dedo anular: 30 cms de agua.
    los cinco dedos: 35 a 40 cms de agua.
Dar ventilación a 40 a 60 veces por minuto.
Si el niño nace teñido de meconio, no instituir ningún tipo de presión positiva hasta haber realizado succión por visualización directa de  la tráquea. La aplicación de presión positiva con ambú produce dilatación gástrica por lo que debe colocarse una sonda nasogástrica que debe permanecer abierta. Una vez estabilizado el paciente y en aparentes buenas condiciones se evalúa el  equilibrio ácido- básico y en caso de que el ph esté por debajo de 7.25, debe corregirse manejando la hipovolemia y la anemia si están presentes y luego administrar bicarbonato de sodio si es necesario. Posteriormente proceder  como en el caso de recién nacido con Apgar mayor. Si el niño se mantiene cianótico, deprimido y la frecuencia cardiaca no responde en forma apropiada, chequear:
·       concentración de oxígeno.

funcionamiento de las conexiones.
·       posición de la cabeza (hiperflexión o hiperextensión).
·       presión generada por el sistema.
Si todo está correcto actuar como en los casos con Apgar de 0 a 2 puntos al minuto de vida.
Recién nacido con asfixia severa:
 Apgar de 0 a 2 puntos al primer minuto de vida.
  El tratamiento comprende:

1.




HIPERTENCIÒN ARTERIAL EN RECIEN NACIDOS


 

Hipertensión arterial en bebés

La hipertensión arterial es un aumento en la fuerza de la sangre contra las arterias en el cuerpo. Este artículo se enfoca en la hipertensión arterial en los bebés.

Causas, incidencia y factores de riesgo

La presión arterial mide cuánto se está esforzando el corazón y cuán saludables están las arterias. Hay dos números en cada medición de la presión arterial:
  • El primer número (arriba) es la presión arterial sistólica, la cual mide la fuerza de la sangre liberada cuando el corazón palpita.
  • El segundo número (abajo) es la presión diastólica, la cual mide la presión en las arterias cuando el corazón está en reposo.
Las mediciones de la presión arterial se escriben de esta manera: 120/80. Uno o ambos números pueden estar demasiado altos.
Varios factores afectan la presión arterial, como:
  • Las hormonas
  • La salud del corazón y de los vasos sanguíneos
  • La salud de los riñones
La hipertensión arterial en los bebés puede deberse a nefropatía o cardiopatía que están presentes al nacer (congénitas). Los ejemplos comunes abarcan:
  • Coartación de la aorta
  • Conducto arterial persistente
  • Displasia broncopulmonar
  • Estenosis de la arteria renal
En los bebés recién nacidos, la hipertensión arterial a menudo es causada por un coágulo de sangre en un vaso sanguíneo del riñón, una complicación de tener un catéter umbilical.
Otras causas de hipertensión arterial en los bebés pueden abarcar:
  • Ciertos medicamentos
  • Exposición a drogas psicoactivas como la cocaína
  • Ciertos tumores
  • Afecciones hereditarias (problemas que se dan en familias)
  • Problemas tiroideos
La presión arterial se eleva a medida que el bebé crece. La presión arterial promedio en un recién nacido es 64/41 y en un niño de 1 mes a 2 años es 95/58. Algunas variaciones en estos números son normales y no son motivo de preocupación.

Síntomas

pueden estar relacionados con la afección que causa la hipertensión arterial. Estos síntomasLa mayoría de los bebés con hipertensión arterial no tendrá síntomas. En lugar de esto, los síntomas pueden abarcar:
  • Piel azulada
  • Insuficiencia para crecer y aumentar de peso
  • Infecciones urinarias frecuentes
  • Piel pálida (palidez)
  • Respiración rápida.
Los síntomas pueden aparecer si el bebé tiene presión arterial muy alta y abarcan:
  • Irritabilidad
  • Convulsiones
  • Problemas para respirar
  • Vómitos

Signos y exámenes

Normalmente, el único signo de hipertensión arterial es la misma medición de la presión arterial.
Los signos de presión arterial muy alta abarcan:
  • Insuficiencia cardíaca
  • Insuficiencia renal
  • Pulso rápido
La presión arterial en los bebés se mide con un dispositivo automático.
Si la coartación aórtica es la causa, puede haber disminución de los pulsos en las piernas. Se puede oír un clic si una válvula aórtica bicúspide se presenta con la coartación.
Otros exámenes en los bebés con hipertensión arterial intentarán encontrar la causa del problema. Tales exámenes pueden abarcar:
  • Un tipo especial de radiografía que usa un tinte para examinar los vasos sanguíneos (angiografía)
  • Pruebas de laboratorio, incluyendo exámenes de sangre y orina
  • Radiografías del tórax o abdomen
  • Ecografías, incluyendo una ecografía del corazón en funcionamiento (ecocardiografía) y de los riñones
  • Uso de imanes para crear imágenes del corazón y los grandes vasos (IRM)

Tratamiento

El tratamiento depende de la causa de la hipertensión arterial en el bebé y puede abarcar:
  • Diálisis
  • Medicamentos
  • Cirugía (incluyendo cirugía de trasplante o reparación de la coartación)

Expectativas (pronóstico)

El pronóstico del bebé depende de la causa de la hipertensión arterial.
Otros factores que pueden afectar el pronóstico del bebé con hipertensión arterial abarcan:
  • Presencia de otros problemas de salud en el bebé
  • Si ha ocurrido cualquier daño (como daño renal) como resultado de la hipertensión arterial

Complicaciones

  • Insuficiencia renal o cardíaca
  • Daño a órganos
  • Convulsiones 

Prevención

No hay ninguna manera de prevenir las afecciones que causan la hipertensión arterial en los bebés. Sin embargo, hay algunas medidas que usted puede tomar con el fin de reducir el riesgo para el bebé de padecer tales problemas.
Algunas causas de hipertensión arterial se dan en familias. Hable con su médico antes de quedar embarazada si tiene antecedentes familiares de:
  • Cardiopatía congénita
  • Hipertensión arterial
  • Enfermedad renal.




 CUIDADOS PROPIOS DEL RECIEN NACIDO:


      Cada bebé es único, por eso, los cuidados dependerán de ese nuevo ser, de su madre y del vínculo entre ambos. Madre e hijo de a poco aprenderán a conocerse y a seguir construyendo ese vínculo tan especial que se inició en el embarazo.

      El objetivo de esta guía será, entonces, ayudarte a cuidarlo sin que te compliques y a entenderlo mejor para que puedas relajarte y disfrutar de tu bebé en cada paso de su crecimiento y desarrollo.

Exámenes


Los primeros exámenes y evaluaciones del bebé se llevarán apenas nace:

El test de Apgar consiste en valorar el estado del bebé al nacer. Para ello se tienen en cuenta determinados signos vitales: ritmo cardíaco, patrón de respiración y llanto, color de la piel, tonicidad muscular y reacciones reflejas. Estas mediciones y observaciones se toman en tres momentos distintos dentro de los primeros cinco minutos de vida. De acuerdo con los resultados obtenidos el médico evaluará si el bebé requiere atención especial de inmediato.

Por otro lado entre los 2 y 5 días de vida se le realizará un análisis de sangre (conocido como análisis del talón o pesquisa neonatal) para detectar la presencia de la fenilcetonuria, el hipotiroidismo congénito y la fibrosis quística. En la Argentina, existe una ley que establece la obligatoriedad de este estudio.

Mucosa

  En los primeros dos o tres días de vida es común en algunos bebés la secreción de gran cantidad de mucosa incolora que hasta puede causarle vómitos y/o regurgitaciones. Esto se debe a que ocasionalmente su estómago se llena de esta sustancia y el bebé la eliminará a través de su garganta.

Piernas y brazos


Normalmente, al nacer y por un período breve de tiempo después, los bebés mantienen sus brazos y piernas dobladas. Esto se debe a la posición en la que estuvieron durante los meses de gestación en el útero materno. Ante cualquier duda consultá a tu médico.

Pechos


En muchos casos, tanto los varones como las mujeres, nacen con sus pechos inflamados. Las hormonas maternas que han pasado al cuerpo del bebé antes de nacer son las causantes. Generalmente los pechos tardarán en deshincharse entre una semana y hasta dos meses.

Si tu bebé tiene los pechos hinchados no intentes apretarlos, puesto que puedes causar una infección.
Consultá a tu médico si notás que se ponen colorados.

Flujos vaginales


Con frecuencia, las niñas recién nacidas pueden sangrar muy levemente a través de la vagina durante el primer y segundo día de vida y hasta doce días después. Esto se debe a que las hormonas maternas han pasado al cuerpo del bebé antes del nacimiento.

Otra posible secreción vaginal es la de una mucosa blanca inmediatamente después del parto. Este tipo de secreción es mucho más común.

Será importante determinar si el sangrado proviene de la zona vaginal o rectal, puesto que las causas de uno y otro no son las mismas.

De todos modos, en el caso que tu bebé esté entre estos casos, consultá a tu médico.

Piernas y brazos


Normalmente, al nacer y por un período breve de tiempo después, los bebés mantienen sus brazos y piernas dobladas. Esto se debe a la posición en la que estuvieron durante los meses de gestación en el útero materno. Ante cualquier duda consultá a tu médico.

Pechos


En muchos casos, tanto los varones como las mujeres, nacen con sus pechos inflamados. Las hormonas maternas que han pasado al cuerpo del bebé antes de nacer son las causantes. Generalmente los pechos tardarán en deshincharse entre una semana y hasta dos meses.

Si tu bebé tiene los pechos hinchados no intentes apretarlos, puesto que puedes causar una infección.
Consultá a tu médico si notás que se ponen colorados.

Flujos vaginales


Con frecuencia, las niñas recién nacidas pueden sangrar muy levemente a través de la vagina durante el primer y segundo día de vida y hasta doce días después. Esto se debe a que las hormonas maternas han pasado al cuerpo del bebé antes del nacimiento.

Otra posible secreción vaginal es la de una mucosa blanca inmediatamente después del parto. Este tipo de secreción es mucho más común.

Será importante determinar si el sangrado proviene de la zona vaginal o rectal, puesto que las causas de uno y otro no son las mismas.

De todos modos, en el caso que tu bebé esté entre estos casos, consultá a tu médico.

Piel


Al nacer, la piel de tu bebé puede aún conservar una vellosidad llamada lanugo en su espalda, hombros y brazos. Esto es totalmente normal y la irá perdiendo con el roce de la ropa y el baño.

Además, es probable que notes pequeñas marcas blancas ("manchas de leche") en la cara. Estas desaparecerán en uno o dos meses sin aplicar ningún tratamiento.

Asimismo, en algunos casos notarás eritema, unas manchitas color púrpura entre los ojos, por sobre la nariz y/o arriba del área de la nuca. Generalmente desaparecerán en uno o dos años.

Por otro lado, con frecuencia, luego del primer o segundo día de vida, los recién nacidos desarrollan una erupción colorada que se asemeja a la picadura de mosquito. Esta clase de urticaria es inofensiva y desaparecerá eventualmente.

También puede desarrollar dermatitis del pañal. Esto ocurre ocasionalmente uno o dos días después del parto. Simplemente incrementá el tiempo de exposición de su piel al aire cuando le cambiás el pañal o cuando lo bañás. En estos casos podés pedirle a tu médico que te recomiende alguna crema para aplicarle en la zona afectada.

Cordón umbilical


Veinticuatro horas después del nacimiento se le quitará el broche que se le colocó en el cordón umbilical al nacer.

Algunos expertos recomiendan no bañar al bebé en la bañadera para no mojar el cordón mientras no se le haya caído. Sin embargo, hay quienes no están de acuerdo. Usualmente, el cordón se caerá de una a dos y hasta tres semanas después del parto.

Lo importante es mantener el pañal por debajo del cordón para permitir que se seque con el contacto con el aire y aplicar alcohol en la parte más cercana a la piel utilizando una gasa cada vez que le cambies el pañal.

Si la zona se torna colorada o dura o si tiene alguna secreción o mal olor puede tratarse de una infección, consultá a tu médico; él te indicará el tratamiento a seguir.